Cómo elegir el mejor procesador para videojuegos: Guía completa para jugadores exigentes

El procesador es el mejor amigo de los aficionados a los videojuegos. Si hablamos de un equipo para gaming, este componente – que gestiona toda la carga de trabajo de los equipos – es determinante para correr nuestros juegos favoritos con el máximo rendimiento.

Entre las razones por las cuales los procesadores son vitales para jugar sin sobresaltos están:

• Máximo provecho de la tarjeta gráfica: los procesadores y las tarjetas gráficas trabajan de la mano. Estas procesan los datos de imágenes y videos que se reproducen en  el equipo y determinan la calidad de los gráficos de los videojuegos.

¿Por qué son el uno para el otro? Porque las tarjetas reciben esos datos desde el procesador, así que tener una experiencia de gaming óptima depende de ambos componentes.

• Fluidez y rendimiento: para alcanzar una buena calidad al ejecutar los juegos, el IPC (instrucciones por ciclo) del procesador cobra un papel importante. El IPC nos dice cuántos pasos puede dar nuestro procesador en un solo ciclo; es decir, es la eficiencia con la que el chip procesa tareas en un tiempo determinado.

De acuerdo con el fabricante Intel, la CPU impacta en aspectos de los juegos más modernos, tales como:

• Velocidad de fotogramas.
• Equipo de transmisión en vivo.
• Elementos de juego escalables: distancia de dibujado, simulación de multitudes y física de la destrucción.

En este sentido, para tener una experiencia de gaming extraordinaria, existen algunas recomendaciones a la hora de elegir el mejor procesador:

1) Características específicas: Los jugadores deben definir si van a correr sus partidas en equipos de desktop o laptops. Esto es importante para determinar elementos importantes, como el recuento de núcleos y la velocidad del reloj.

“El desempeño del sistema tiene más que ver con los componentes individuales que con la elección de un equipo de desktop o una laptop”, aclara Intel. “Una laptop puede emular la configuración de un equipo de desktop, aunque los equipos de desktop generalmente admiten una E/S más amplia. El factor de forma compacto de las laptops limita la posibilidad de actualizarlas, mientras los equipos de desktop ofrecen más opciones de personalización”.

Las CPU para gaming modernas tienen múltiples núcleos. Cada uno de estos núcleos actúa como un procesador adicional, lo que permite que la CPU procese varias instrucciones de forma simultánea.

Si estás usando tu CPU para algo más que solo gaming, por ejemplo, transmisión en vivo mientras juegas, entonces los núcleos adicionales pueden marcar la diferencia. Una CPU equipada con una mayor cantidad de núcleos puede manejar cargas de trabajo que una de un solo núcleo, incluso con una velocidad de reloj muy alta, no podría realizar sin dificultades.

Por  su parte, la velocidad de reloj de una CPU (también llamada velocidad o frecuencia de reloj) es el número de ciclos que una CPU puede ejecutar en un segundo. En términos generales, cuanto mayor sea la velocidad de reloj por núcleo, mejor.

2) Características adicionales: También es importante tener en cuenta aspectos como gráficos integrados, que puede ser útiles, por ejemplo, para solucionar posibles problemas relacionados con una GPU dedicada; y si se quiere hacer overclocking, que permite aumentar la velocidad del reloj.

3) Desempeño: Las capacidades del procesador y del chipset se definen con frecuencia por la generación de la CPU. Cuanto mayor sea el número, más funciones tendrá la CPU, con mayor cantidad de núcleos y subprocesos, velocidades de reloj y tamaños de caché.

4) Puntos de referencia: La última tarea es encontrar los modelos de procesadores específicos que brinden el desempeño exigido por los juegos que tenemos en nuestros equipos. El mejor consejo para elegir entre las múltiples opciones es buscar los títulos específicos que jugarás, junto con el modelo de procesador que estás considerando, y evaluar las métricas de desempeño como FPS para encontrar la CPU para gaming que cumpla con tus necesidades y expectativas.

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