La Fórmula 1es conocida como la categoría reina del automovilismo; pero más allá de ser una competición deportiva y del negocio que representa, los avances y la tecnología que se aplican en los monoplazas son trasladados no solo a los automóviles de calle, sino que también impactan en nuestras vidas.
La F1 se ha esforzado en los últimos tiempos por combinar la potencia y la velocidad con una reducción de emisiones de CO2. Así, los bólidos que superan los 300 km/h en cada recta de los trazados del campeonato mundial son pioneros en lo que se conoce como “eficiencia térmica”, que se describe como el porcentaje de la energía de la combustión que mueve un automóvil hacia adelante, en lugar de perderse en forma de calor.
Y, precisamente, esta tecnología no se ha quedado en el circo de la F1, ya que también es empleada en las carreteras. Uno de los pioneros es el Project One de Mercedes-AMG, que utiliza una unidad de potencia turbo-híbrida de 1.6 litros derivada de la F1, y el impresionante Valkyrie de Aston Martin, en el cual el director técnico de Red Bull, Adrian Newey, participó en el desarrollo, utilizando un sistema de recuperación de energía.
Además de los “superautos”, de acuerdo con una investigación de Samarth Kanal, experto en automovilismo, Mercedes utiliza tecnología híbrida derivada de su coche de F1 en modelos como el Clase S, mientras que las cajas de cambios con paletas desarrolladas a finales de los 80 y principios de los 90 ahora son omnipresentes en los automóviles comerciales.
Mientras tanto, el famoso KERS, introducido en 2009 para aprovechar la energía de frenado y liberarla en la pista, ahora se usa no solo en automóviles híbridos, sino también en autobuses, lo que ayuda a que las ciudades sean más ecológicas.
Asimismo, en la isla de Eigg, que no está conectada a la red eléctrica del Reino Unido, los mismos sistemas de almacenamiento de energía del volante se utilizan para alimentar casas y negocios.
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De las pistas a otras competiciones
La experiencia de los equipos de F1 en aerodinámica y tecnología de fibra de carbono ha hecho que se recurra a esta ingeniería en muchos otros deportes, como la vela, el bobsleigh (descenso en trineo) y el ciclismo.
Por ejemplo, McLaren trabajó con la firma de bicicletas Specialized para crear la bicicleta de carreras liviana de fibra de carbono Venge, que era más liviana y rígida que el modelo estándar. En poco tiempo, este modelo se convirtió en sinónimo de victorias en competiciones importantes en todo el mundo.
Esas mismas ganancias de eficiencia también se han utilizado en la America’s Cup, en la cual los mejores equipos de vela del mundo aprovechan el poder de la hidrodinámica, al igual que la aerodinámica, para obtener una ventaja.
Mejoras en la vida diaria
El transporte público también se beneficia de los esfuerzos de los equipos de F1, ya que McLaren Applied Technologies utiliza estas tecnologías para desarrollar una infraestructura 5G para el transporte terrestre, ferroviario y subterráneo conectado, mientras que los sensores y las herramientas de datos que comenzaron en la F1 ahora se utilizan en el Singapore Mass Rapid Transit, entre otros.
Los datos de F1 de McLaren no solo se han quedado en tierra, ya que ahora los controladores de tráfico aéreo los utilizan para predecir qué salidas y llegadas tienen más probabilidades de ocurrir fuera de horario en un aeropuerto, mediante la ejecución de miles de simulaciones cada segundo, evitando congestiones, ahorrando tiempo y emisiones.
Por otra parte, los hospitales están utilizando los sistemas de datos empleados en la máxima categoría del automovilismo para monitorear continuamente a los pacientes en las salas de cuidados intensivos. Especialmente, para encontrar tendencias y realizar investigaciones vitales.
Según una publicación de World Economic Forum, el Hospital para Niños Great Ormond Street de Gran Bretaña contó con ayuda de la escudería Ferrari para cumplir con su objetivo de reducir el riesgo de trasladar a los pacientes de su quirófano a la unidad de cuidados intensivos (UCI).
Igualmente, el equipo McLaren aportó valiosa ayuda para producir ventiladores durante la pandemia, con lo cual la campaña VentilatorChallengeUK, fabricó 100 mil componentes individuales en 10 semanas. Esto ayudó a acelerar la producción de ventiladores de 50 por semana a 200 por día.
Las iniciativas ecológicas también han seguido el ejemplo de la F1, y sus avances han sido implementados, por ejemplo, en los supermercados, que cuenta con “airfols” o perfiles alares (forma del área transversal de un elemento, que al desplazarse a través del aire es capaz de crear a su alrededor una distribución de presiones que genere sustentación) en los refrigeradores para reducir el uso de energía, de emisiones de carbono y pasillos más cálidos en las tiendas para los clientes.
AUTOR:
JOSÉ MANUEL VALLADARES
PR Executive
jose.valladares@intcomex.com
