Activa el “modo monje” y cambia tu vida
La tecnología está en cada una de nuestras actividades diarias. Y el teléfono inteligente se ha convertido en una extensión de nuestras manos y no nos damos cuenta de esta nueva dependencia hasta que el dispositivo nos alerta de cuántas horas pasamos al frente de la pequeña pantalla.
Así, nos pasamos el día a toda velocidad, inmersos en las redes sociales, leyendo correos, respondiendo o enviando chats, enterándonos de las últimas noticias o distrayéndonos con una película o evento deportivo.
En muchos casos, tendemos a embelesamos con los celulares y, cada vez más, olvidamos la importancia de detenernos, hacer una pausa, respirar, sentir, pensar con calma y mirar a nuestro alrededor.
La preocupación por la penetración imparable de la tecnología en nuestras vidas ha llevado a la creación del denominado “modo monje”, que no es más que una invitación a alejarnos por un período corto de tiempo de los clics, del play y de los posts para dar cabida en nuestra rutina a un espacio de desconexión en el que la concentración esté al 100% en la tarea que estemos desempeñando en ese momento.
Apagar o silenciar el móvil es el primer paso para evadirnos momentáneamente de los estímulos externos.
Aunque en ocasiones, por motivos familiares o laborales, será imposible lograr la desconexión total del teléfono, existen aplicaciones (como Freedom, Focusme y Forrest) que permiten el bloqueo de cualquier distracción adicional.
El proceso de comenzar a practicar el “modo monje” no es sencillo e implicará un tiempo de adaptación, pero los resultados son positivos para nuestra salud y concentración.
La psicóloga Patricia Ramírez entrega algunos consejos para intentar vivir el día a día con más conciencia y atención:
1) Elige un objetivo para el momento presente: Quizás has oído hablar del “mindfulness”, que consiste en un llamado a la atención o conciencia plena. El primer paso es seleccionar la actividad que desees o tengas que realizar en ese y poner los cinco sentidos en ella. No importa si es una tarea laboral, un pasatiempo lúdico o tu actividad preferida… lo más relevante es que esto sea tu único objeto de atención durante un lapso determinado.
2) El tiempo es oro: el segundo paso es fijar un período de tiempo determinado en el cual estarás totalmente concentrado en la actividad.
3) Aleja las distracciones: intenta alejarte el teléfono (al igual que la tableta o la computadora) o colocarlo en un lugar distinto al que te encuentres. Y para evitar caer en la tentación, ponlo en modo avión o apágalo.
4) El disfrute es la clave: tras determinar la tarea y el tiempo, y desconectarte de los aparatos, el siguiente paso es situarnos en el presente y dar rienda suelta al disfrute de la actividad que vamos a practicar, sin preocupaciones o estrés.
5) El resultado es satisfactorio: si lo lograste, podrás comprobar tus sensaciones tras el tiempo de desconexión. Solo tú podrás responder cómo te sentías antes de activar el “modo monje” y cómo estás tras implementarlo. Si te sientes más relajado y tranquilo luego de aplicarlo, el objetivo está cumplido.
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